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EN CAMPO
En Bodegas Arum, la vendimia es un momento clave que realizamos con la máxima dedicación y precisión. Seleccionamos cuidadosamente el momento óptimo de maduración de cada parcela, cuando las uvas alcanzan su equilibrio perfecto de acidez, azúcar y aromas.
Todo el proceso se lleva a cabo de manera manual, utilizando cajas o cestos pequeños que garantizan que la uva llegue entera y en perfectas condiciones a la bodega. Este método artesanal permite una selección rigurosa de los racimos, eligiendo solo los mejores para asegurar la calidad en cada botella. Cada detalle de la vendimia es un reflejo de nuestro compromiso con la excelencia, cuidando cada paso para preservar la frescura y pureza del fruto desde el viñedo hasta la copa.
EN BODEGA
En Bodegas Arum, el trabajo en bodega es completamente artesanal, fiel a la tradición y al respeto por los métodos clásicos de elaboración. La fermentación se realiza de manera manual en bocoys abiertos, lo que nos permite un control exhaustivo del proceso y una máxima expresión del carácter de cada variedad.
Cada paso es cuidadosamente gestionado a mano, desde el encubado, el bazuqueo manual para hundir los hollejos en el mosto, hasta el seguimiento de la temperatura y la evolución natural de la fermentación. Este enfoque artesanal nos permite una intervención mínima y respetuosa, dejando que las levaduras autóctonas hagan su trabajo y que el vino evolucione de forma natural.
El resultado es un vino auténtico, con una identidad única que refleja la esencia del terruño y el esmero que ponemos en cada etapa de su elaboración.
La crianza de nuestros vinos es un proceso clave que se realiza de forma artesanal en bocoys y barricas de roble francés de diferentes capacidades. La elección del tipo de crianza y su duración varía según el vino que estamos elaborando, siempre con el objetivo de resaltar las cualidades únicas de cada tipo de vino.
Para los vinos más estructurados y complejos, utilizamos barricas de roble francés y americano que aportan elegancia y una evolución suave de los taninos, integrando notas especiadas y toques de vainilla o cacao. Por otro lado, los bocoys, con su mayor capacidad, permiten una crianza más pausada y equilibrada, ideal para vinos que requieren un menor tiempo de maduración sin perder frescura.
La duración de la crianza también depende del carácter que buscamos en cada vino. Algunos de nuestros tintos envejecen durante muchos años, desarrollando una complejidad y profundidad únicas, mientras que otros vinos requieren una crianza más corta para mantener su frescura y viveza..
EL proceso de embotellado y etiquetado es el toque final de nuestro cuidado artesanal, y se realiza también a mano. Cada botella es llenada con precisión y una vez pasada su crianza en botella procedemos al etiquetado donde cada botella es cuidadosamente vestida con sus etiquetas y lacrada a mano, reflejando la dedicación y el esmero que ponemos en todo el proceso de elaboración.
Este detalle artesanal no solo garantiza un control minucioso de cada botella, sino que añade un toque personal, haciendo que cada vino de Bodegas Arum sea una obra única. Cada botella es el resultado de nuestra pasión, desde la viña hasta su presentación final, listo para ser disfrutado por nuestros clientes.